Me exacerba que no pueda conmigo,
temer la altura si vuelo contigo,
de que me eleve y no pueda bajarme,
quedarme en pareja suspendido.
Es entero el eco de mi miedo,
más late y queda por dentro;
Y es aquí preguntándome si puedo
superar mi temor al compromiso;
de si soy ave de vuelo permanente
o río que fluye o que se estanca;
amar la flor con toda la constancia,
de tenerla en mano o posarla en separado,
que hay gardenias, también hay margaritas,
esas llamativas que son tan exquisitas.
Amar al vuelo en libertades,
sentir a pulso voluntades,
no sentirse a ningún prado maniatado,
ser un ciervo saltando a todos lados;
eso me llama y me da miedo,
es no poder conmigo y me exacerba con denuedo. Fin
Jesús Isaías González Arroyo