No siento nada, mi corazón está en paz,
Demasiado tranquilo, a veces resulta difícil creerlo,
Ahora tiene una estructura inquebrantable,
Un cuerpo que contiene un alma inmarcesible,
El dolor que siente mi pecho no se compara,
Cubierto de espinas, siempre nostálgico,
Siento que la decepción, me volvió fuerte,
Me alejó de todo a pasos agigantados,
camino siguiendo el reflejo de la luz que deja el agua,
me convierto en un catalizador de energía,
mismo, que ya no espera nada de nadie,
ni mucho menos de sí.