Insomnio III
Me duele el dolor, por el dolor
para sufrir, para llorar.
me duelen los oídos, también los ojos
cuando se me inflama, me duele también el cerebro
duele todo lo que me devuelve a la melancolía
qué ironía, yo que tanto reía
ya no puedo ni gritar
ahora nunca quiero, me adelgazo
de a poco pequeño y diáfano
ya no quiero salir del laberinto
ahora me conformo con recorrerlo despacio
para sentir otra vez, que sólo yo no estoy atrapado
para seguir viendo amaneceres
y fechando noches sabor ocre
taxónomo de lo absurdo, de lo sin sentido
ponle un nombre a todo lo que en espiral
Irremediablemente va cayendo al vacío
es el podrido perfume que deja el cadáver de los minutos
lo que me trepana el cráneo
gotas de aceite amargo
la pus se escurre por mis oídos
acallar quisiera este llanto
agrio y amargo
que repica desde mi alma
que revienta el tímpano
duro se volvió el final
de aquella melodía triste
que antes lejana apenas y escuchaba
y que miedo me da mirar el rostro blanco
de negros parpados
que hoy no dejará de rondar
rechinando los dientes
y mascando mis huesos…
La macabra noche, viene llegando.