La depresión me hizo caer tan bajo que ya no veo la luz,
Sólo siento como las lágrimas acarician mi rostro,
Como un fantasma vagando por una mansión, soy otro,
Que no lo notó, solo caminó cargando su propia cruz
Llena de remordimiento por obedecer ciegamente,
Sin objetar sólo quería encajar en la sociedad,
Fui otro tonto que creyó ir contra corriente,
Ahora dime ¿Como limpio mi alma de esa suciedad?.