Elizabeth Maldonado Manzanero

VĂ¡monos muriendo sin prisas

Vámos muriendo sin prisas, así como si nada

total, que nadie extraña el auxiliar de una mano

ni la más prolongada caricia, al fin ¿Qué es esto?

de vivir sin vivir, sin respirar profundo, 

atosigada la garganta de displicencias,

viviendo en lucha perenne por el mañana. 

Esta tierra aullantemente nos exige y se lamenta

sus gritos umbilicales nos tiñen de quebranto

las míseras ganas de trabajar la esperanza,

nos mancha la piel de luces y sombras 

y los paisajes polvosos del sufrimiento, 

fustigan el alma, nos entumecen el pensamiento,

total, que tenemos descalcificado el anhelo,

y así desgastada la carne, el alma, la patria

que va andar dando fruto, ni una mentada. 

Las vértebras se nos retuercen y no podemos andar

Ni con premura ni con ligereza,

nos lastra la estupidez nuestras alas

y parece imposible mirar con pulcritud 

el futuro que nos alcanza,

la basura de los recuerdos amontonados 

nos revientan los sacos de la añoranza

Vámonos muriendo sin prisa, de uno en uno

o de un millar que al cabo es nada…