Vámos muriendo sin prisas, así como si nada
total, que nadie extraña el auxiliar de una mano
ni la más prolongada caricia, al fin ¿Qué es esto?
de vivir sin vivir, sin respirar profundo,
atosigada la garganta de displicencias,
viviendo en lucha perenne por el mañana.
Esta tierra aullantemente nos exige y se lamenta
sus gritos umbilicales nos tiñen de quebranto
las míseras ganas de trabajar la esperanza,
nos mancha la piel de luces y sombras
y los paisajes polvosos del sufrimiento,
fustigan el alma, nos entumecen el pensamiento,
total, que tenemos descalcificado el anhelo,
y así desgastada la carne, el alma, la patria
que va andar dando fruto, ni una mentada.
Las vértebras se nos retuercen y no podemos andar
Ni con premura ni con ligereza,
nos lastra la estupidez nuestras alas
y parece imposible mirar con pulcritud
el futuro que nos alcanza,
la basura de los recuerdos amontonados
nos revientan los sacos de la añoranza
Vámonos muriendo sin prisa, de uno en uno
o de un millar que al cabo es nada…