Jueves Santo de Jesucristo
Cinco milagros y una traición,
¡ay, Judas Iscariote!,
felonía en un beso,
de tres años predicando del Cristo,
¡ay, Jesús de Nazareth!,
hijo del Padre y del hombre,
y una flagelación,
y con sed y hambre,
quedó en cruz,
y siendo la luz,
desgarraron su cuerpo,
como el tiempo en cruz,
¡ay, luz sin marfuz!,
desatando el olvido,
y atando el recuerdo,
cinco milagros,
una cena donde Judas,
lo traicionaría,
premonición de su muerte,
y sangre y cuerpo, pan y cáliz,
y la oreja cortada,
antes sudó sangre,
en el huerto de Getsemaní,
con la terrible tentación,
de un hombre, el cual,
destruyó con poder,
y reverencia hizo valer la voluntad,
del Padre…