Papusa del arrabal
que portás cuchillo en liga,
sos la paica preferida
por tu guapeza total.
Sos constante peleadora
más valiente que los guapos,
sos la que banca los trapos
a la gente que valora.
Virtudes cuentas por miles
y te trenzás con cualquiera
con tesón de enredadera,
vapuleando a muchos giles.
Pebeta de armas tomar
sos la capa de los barrios,
y te sobran los ovarios
para a cualquiera enfrentar.
En el fangal vos te criaste
de un conventillo rasposo,
en un cuartucho asqueroso
y jamás de él te alejaste.
Cuando estás en la milonga
te destacás por tus pasos,
entre los brazos de un guaso
con tu estirpe de pindonga.
Te prendés cual los abrojos
muy fija a tu compañero,
mirando a todas muy fiero
si alguna le echa los ojos.
Milonguerita sarpada
vos si que tenés aguante,
no sos fácil pa’el levante
mas si va… vas adelante.
Con tu abolengo de rea
y chiruza arrabalera,
no le das bola a cualquiera
y hacés desplante a quien sea.
Finalmente les advierto
que la mina es peligrosa,
y esconde un arma filosa
que ha provocado algún muerto.
Muy altiva y desenvuelta
si te acercás se prudente,
junándola bien de frente
… o mejor pegá la vuelta.
Jorge Horacio Richino
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