marta CARMEEN

DESAMPARO

DESAMPARO

Sabrina dormía profundamente cuando su madre, la
zamarreo para despertarla. La niña sobresaltada abrió los
ojos sin comprender que sucedía, cubrió la cabeza con la
frazada, se quedó unos instantes acurrucada, asomó
levemente su cara y preguntó.
_ ¿Qué pasa mamá?_
_ Nos vamos, eso pasa._
_ Es de noche ¿A dónde vamos?_
_ No te importa, levántate y poné tu ropa en la mochila._
_ ¿Qué ropa pongo?_
_ Qué sé yo, la que quieras, no me importa. Ya tenes siete
años, será mejor que aprendas a arreglarte sola._
Tomó a la niña de un brazo y al cerrar la puerta vio sobre
la cama la muñeca de patas largas que le había regalado en
su primer cumpleaños. Casi tiernamente le dijo...
_Tomá, no olvides llevar tu muñeca, cuídala._
Una fina garua atravesaba las lámparas callejeras desfigurando
sus siluetas y lastimando sus huesos.
_ Mamá que linda estás, te pintaste los labios y te pusiste
zapatos con tacos altos. ¿Por qué?_
_ Porque tengo veintiséis años y quiero vivir. Me cansé de
usar ropa regalada, zapatillas viejas y comer arroz. Estoy
harta de la miseria, de la humedad de la pieza y andar con
vos para todos lados. ¿Entendés?_
_ No mamita._
_ Es mejor así. Caminá ligero._
_ Mamá me estoy haciendo pis._
_ Que pendeja de mierda...! apretá las piernas._
_ Ay.... se me escapó. No te enojes. Te juro que se me
escapó._
_ Asquerosa. Ahora jodete, te aguantas la bombacha
mojada._
_ Mamá ahora tengo hambre._
_ Así…? No me digas…? ¿Vos crees que yo no? Yo también
tengo hambre! Más que vos, ¿Sabés por qué? Porque
siempre te di mi comida para no escucharte llorar. Pero se
acabó, esta puta vida termina esta noche._
_ Mamá dame la mano esta oscuro y tengo miedo...!!!_
_ Maricona, vení agarrate de mí pollera y apurate._
_ No puedo apurarme la mochila me pesa._
_ Mocosa a mí también._
_ Pero si vos llevas cartera._
_ Cerrá la boca. Te dije que me pesa la mochila._
_ ¿Qué mochila, no entiendo?_
_ No entendés porque sos una pendeja. Hace siete años
que te cargo sobre mis hombros. Caminá…!!!_
_ Por fin llegamos._
_ ¿Adónde mamá?_
_ No preguntes y hacé lo que te digo, ¿entendiste bien?
Subiremos al primer tren que salga._
_¿Qué salga para dónde?_
_Basta termínala de una vez._
_Ahí viene uno. Subí. No te quedes mirando. Subí._
_Bueno mamá. ¿Nos sentamos?
_No, nos quedamos acá, cerca de la puerta.
_Que te pasa mamá, ¿te pusiste triste? ¿Por qué me
miras?_
_No me pasa nada.
_No sueltes la muñeca. Preparate para bajar apenas frene
este puto tren. Ya está parando. Bajá. Te digo que bajes
hija. ¡Bajá.!_
_ Vos también mamá. Vení._
_ Yo no hija._
La niña primero caminó y luego corrió por el andén abrazada
a su muñeca.
El guardia declaró que una mujer estiró la mano tratando
de subirla. Luego intentó saltar hacia el andén, pero el
taco de su zapato quedo enganchado en las rendijas del
último escalón...