Me faltas tú
y estoy entristecido,
sin darme cuenta.
Falta tu voz,
tu risa y tu presencia,
esa que añoro.
Y mientras tanto
te hablo en la distancia
y te recuerdo.
Por eso mismo
hoy tiemblas, poesía,
entre mis dedos.
Tiembla mi alma,
lo mismo que mis labios
y hasta suspiro.
Digo tu nombre
quizás en un susurro
porque te quiero.
...Pero los sueños
cargados de nostalgia
tienen resacas.
Veo las olas
que llegan a la playa
y tú a mi lado.
Te veo a ti,
buscándome en la niebla
y en mi ceguera.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/11/20
Creo que en algún momento todos hemos tenido un momento en el que añoramos la presencia de la persona amada, aquella que ocupa un lugar preferente en nuestro corazón o aquella que ha llenado de amor y de magia nuestra alma. Expresarlo de alguna manera, en forma de versos y poesía, es algo a lo que muchos nos hemos atrevido a llevar al cuaderno.