¡Margarita, Margarita,
mentirosa y casquivana
con esa su piel lozana
a todo varón excita!
Se presume virgencita
muy devota y muy cristiana
mas se le brota la gana
de amar con sed infinita.
Su mirada es tan inquieta
igual que bella gacela
recorriendo la campiña.
Y es su estampa tan coqueta
que al mismo Jesús desvela
con su carita de niña.
Autor: Aníbal Rodríguez.