ALVARO J. MARQUEZ

LO ÚNICO QUE SÉ

Sólo sé que no sé nada,
dijo el filósofo aquél...
tú te quedaste callada,
muy obvio me resultó
que imaginaste que yo
no sabía más que él.

¡Y tuviste mucha razón!
para nada te reclamo
que saques esa conclusión,
que yo mismo la saqué,
pues lo único que sé
es que con el alma te amo.

¿Qué me interesa ya saber
lo que saben los sabios?
Si lo que quiero es beber
callando nuestras voces,
del dulce néctar de dioses
que brota de tus labios.

Igual es mucha cultura
la que obtengo de eso,
porque es tanta la dulzura,
que aunque parezca un insulto,
creo que me hago más culto
cada vez que te doy un beso.

A mí en verdad la sabiduría
muy relativa me resulta,
porque de pronto un día,
siento así, porque sí
que el hecho de amarte a ti
es algo de gente culta.

Pero notando como noto
que la vida es tan corta,
yo un minuto no lo boto
sin sentirme por ti anhelante.
¡que me llamen ignorante!
¡a mí qué diablos me importa!

Así que admito que es cierto,
yo sé que tú lo entenderás,
dejo el debate abierto,
pero te digo, soy sincero...
si yo sé que te quiero
¿para qué necesito saber más?