Para escribir un poema humano
hay que ser humano y no divino
con todos los errores del saber profano.
Profano digo por si adivino
y me apunto con el saber vegano
en lo concerniente al comer sin vino.
Vino a chorradas con el Dios Baco de padrino
comer y degustar
nada más que eso y un queso exquisito.
El gran queso Gruyere y por fin termino.
Con un buen café del país vecino
que estamos por abuenarnos
es cuestión de siglos.
Algo aquí y algo allá y ahora me despido.
Con las mejores intenciones y convivencia a racimos.