(I)
El sepulcro está vacío, alivio en aquellas almas,
cumpliéndose las palabras por Jesús ya pronunciadas,
alegres los corazones de los suyos quienes lo aman,
sus horas son renacidas y sus dudas disipadas.
Regocijante alegría en ellos les fue devuelta,
la noticia que el sepulcro estaba con puerta abierta,
¡Ha resucitado! anuncian con voz tan fuerte,
fue Jesús que levanto con ello venció la muerte.
Y estando ya reunidos, esperando su promesa,
no dejan de recontar apariciones y pruebas,
esperan al que será enviado; espíritu de fortaleza,
Él les recordara lo que dijo en buenas nuevas.
Apóstoles y discípulos todos están espantados
pues de pronto reaparece diciendo paz a vosotros,
seguridad les da a todos, hasta los que le han dudado,
para darles prueba fiel que él es Dios y no otro.
Viva la resurrección, viva Jesús por supuesto
ahincó en el corazón, todo es festín en contento,
y al recibir al paracletos todos se quedan tan prestos,
para anunciar que está vivo a gentiles al porciento. Fin
Lic. Jesús Isaías González Arroyo
(II)
Cristo resucitó,
se levanta en cielo honores,
en la tierra mil colores,
que relumbran con amores.
Nunca más imaginable,
que Jesús levantaría,
es suceso explicable,
la muerte terminaría,
Una tumba tan vacía,
sus discípulos verían,
unos lienzos sin el cuerpo,
indican que no está muerto.
Una alegría inigualable,
los discípulos tenían,
a la espera demostrable,
que Jesús así vivía.
Y se apareció entonces,
con su cuerpo, con su carne,
nada igual que se conoce,
comprobaron esa tarde.
¡Cristo resucito!
se levantan nuevos goces
sus discípulos lo han visto
están alegres los once. Fin
Lic. Jesús Isaías González Arroyo