Eres la fuerza divina,
Que mueve mi corazón.
De mi vida eres motor,
Que alimenta y que motiva.
Amante que no descuida,
Ni detalle ni pasión;
Mi fuente de inspiración,
Eres siempre cada día.
Es por eso alma mía;
Que tienes mi decisión;
De entregarte el corazón,
Y darte mi compañía,
Con ternura y alegría,
Con respeto y con pasión,
Y jurarte siempre amor,
Mientras exista y haya vida.