para ver trepar mi amor por ti
como la hiedra y soñar con inscribirme
en las páginas abiertas de tu cuerpo,
después vagar como un recuerdo,
como un ruido o como un miedo.
para que tú seas mi camino más ciego,
mi extraño sueño, mi locura y mi secreto.
ah, qué magnífica sustancia es la palabra
que te adorna de sutil melancolía,
y así como la luna, luego alza en vuelo.
para mirar como el viento manosea
los blandos bordes de la tarde
y para resumir en oraciones y verbos
la danza de colores que descalzos tiñen
el asombro alegre de tus ojos...
para contemplar como los árboles
siempre ajenos de equinoccios, miran los climas
afinando los ecos duros de esta melancolía,
sin quemarse, como los locos
que atrapan las estrellas con las manos.