Audaz creyó el viento que el sería
Su imparable errante ego no se fatiga
Pero Aurora ya no es participe de su dinastía
E irremediablemente la esencia de ella aun mendiga
Entre si desconocen sus monarquías
desde un abismo a lo lejos un barco avista
una guerra se avecina, las batallas ya están erguidas
Aunque aparentemente su destrucción aún no está escrita
Invencible se creen ambos bandos
Un simple torrente logra derrotar sus reinos
presiente un desastre, su ego no se limita a los cielos albos
inalcanzable es la victoria, más ignoran que sus castillos son anejos
Calmante nave arrima a una isla
La paz por unos segundos es quebrantada
De la vasta naturaleza a lo lejos un guerrero se aísla
Ineludiblemente su monotonía había sido desaprovechada.