Hoy, es el momento preciso
para decirte adiós, para toda la vida,
decidí envolverme en el silencio
en el que siempre viví, hasta que te conocí.
No existe miedo a quedarme sola
basta recordarte para saber que será así,
cometí un error al confesar amarte
pero jamás he de olvidarte.
Hoy, cuando los ángeles del cielo
en el crepúsculo, me hablaron al oído,
me dijeron, cierra las puertas por la eternidad
es lo mejor para ti, vive en paz, se feliz.
Sorprendida talvez
por lo que decide mi alma,
seguiré con mi soledad
y encontraré la calma.
Terminará por fin lo que hay en mí
borraré de mi memoria, lo que por ti sentí,
si amarte fue pecado, no me arrepiento
quédate tranquilo, fue un dulce sentimiento.
Pasarán los años
y cuando yo muera,
quedará muy claro
te amé con toda mi alma
pero encontré la calma.
No era lo que mi ser quiso
solo te encontré y nada más,
como ama el niño a su amigo
con amor espiritual.
Sin sábanas, sin almohadas
ni pasiones esperadas,
te amé de forma extraña
si tan solo una vez te vi.