DE ÉBANO Y MARFIL
(danza de amantes en dos tonos…)
Sabe a canela el aire de la noche
Que estremece las sombras curvilíneas
Entornados los párpados
Agazapan oscuras maravillas.
Lentas, blancas palomas viajan,
Erizando silencios
Por la cobriza geografía…
Es un ritual preciso, matemático
Los paisajes que surgen diminutos
Desde las yemas de los dedos
Al atril de la espalda.
En un aliento tibio
Y un suspiro desmadejado
Cruzan la línea todas las esperas