Las excusas del dinero,
llevan implícita trampa
de cordero viste el hampa,
dice al oído te quiero.
El trópico da calor
a los que piensan en frío,
su lanza es el desafío
y su armadura el terror.
Late nuestro corazón,
en un rincón mal herido
y errantes vuelan perdidos
los sueños de la razón.
En una orgía derraman,
su maleficio incoloro,
los yelmos hechos en oro,
forjan sus ristres de plata.
Los reyes suman peldaños,
y del vasallo sus años...