Quinientos años
de amarga vida
por el azúcar,
por el cacao.
quinientos años de dependencia
de decadencia
de hacernos mal.
Desde la nada
hasta lo todo
siempre en el lodo
de la maldad
y en el destino
los intestinos
hambre y miseria
sin la verdad.
¿¡De que me hablan
los que me hablan
cuando me hablan
con su verdad!?
yo solo creo la voz del pueblo
y la otra historia
sin publicar.
Quinientos años
rascando el oro,
la plata,
el cobre
y lo demás
y se nos viene por toda el agua
y por quinientos añitos más.