SI TIENES QUE IRTE…
Recuerdaré los domicilios de tu cuerpo.
Los sonidos de entrega
que como disparos húmedos de deseo nos dábamos.
Recuerdo tu respiración y la mitad del aire que
yo robaba en cada mirada que me concedías.
Recuerdo tus ojos de luz y veranos llenos de estímulos.
De las espigas que tu entrega desgranaba
en cada gesto que solo sabíamos tu y yo.
Se rompió el puente que cruzábamos
y los trajes de agua olvidada nos ahogan
con la distancia.
Y me ahoga también esta esclavitud del recuerdo
y las cadenas de tus ojos.