Pascua de Resurreccion
La Pascua de la resurrección, pedestal de la Fe, efigie de la esperanza y fundamento del amor, en tanto creemos que todo cambia para bien. Es que los momentos difíciles se superan y la vida se renueva con mejores y superiores realidades, para el regocijo plural y común.
Que esa Fe, que es tal, en la medida en que obremos, nos ilumine y permita que las situaciones buenas advengan y que las malas, fenezcan.
Que Dios presida, tanto la cotidianidad, como la trascendencia. Que el ejemplo de Jesús, su vida, obra, muerte y resurrección sea espejo en nuestra existencia.
Que este nuevo amanecer ilumine, bendiga y guíe por la senda del bien, todo lo que somos y queremos ser.
El renacimiento es el reencuentro con la vida eterna. Dios y los seres queridos que han volado a su Reino es el acto más grandioso de la humabidad, que nos invita a amar y a perdonar, a revisar los pecados y a rectificar, que nos indica que si caemos, es menester levantarnos, proseguir el camino, porque siempre habrá un nuevo día por el que debemos luchar.