Las rosas brillaban lindas
en el jardín de mi casa,
perfumaban el ambiente,
y jugaban sin respiro
con mariposas del aire
y pájaros del olvido.
Las rosas eran de oro,
de vino, de payasadas,
de gracias que yo adivino
mientras te miro la cara
y me recuesto a tu lado
sin pensar en el mañana.
Las rosas eran mis flores,
mis compañeras paganas,
mis suspiros por tu amor
si te abrazaba con ganas.