Layla EinayƩ

Viaje a la luna

Aquí de nuevo, vagando en éste lóbrego desierto de mi mente.

La cesta de pan me dice que se acabó mi último centavo

Dentro de ésta cocina, me aferro a lo duradero, sabiendo que jamás volverá

Suena la caldera, chiflando insoportable, pero no la quiero oír me sumo en mi silencio, en mi recatado yo, en mi existencia, en éste ser que nunca pudo ser.

La cocina me llama, luego absorbe mis energías como un vampiro sediento

Se reconforta con mi imaginación y al final de nuevo, el triste espectáculo que deja la suciedad me hace sentir desterrada.

Lavar las ollas y los platos, los cubiertos y el cucharón, no dejar la mancha de aquel ají, son como mis demonios que me siguen día a día, recuerdan mi melancolía.

Y luego yo, como una asesina, limpiar todo muy bien hasta no dejar huella.

Luego todo compagina, todo está en plena armonía hasta que de nuevo el hambre hace mover las tripas, la boca se llena de saliva y algo en el universo te pide comida.

Mi mente vuelve a su desasosiego inútil y se hunde en el run run de mi auto, me dice que es hora de irse, por los niños al colegio, por el supermercado que hacen falta huevos.

La billetera vacía, tengo la tarjeta, pero los números cada vez se hacen más pequeños.

Sigo hastiada, ¿hasta cuándo durará el dinero?, me digo mientras corro entre automóviles eternos y motocicletas que caminan sobre el asfalto infinito.

Se atora el freno y de repente se siente cómo la felicidad llega a mi mente. Por fin iré a al luna.