Nuestro idilio mustio y yerto
es un barco a la deriva
ha perdido su horizonte
no sabe a dónde camina.
Languidece desnortado
silente sin ruta fija
apocado en sentimientos
deambula por la vida.
Se ha apagado aquel fulgor
de aparente bigardía
antítesis de realidad
tan falso que corroía.
Henchido de simular
situaciones convenidas
se fue perdiendo en las sombras
hastiado de las neblinas.
Apócrita relación
rondando el escepticismo
con ínfulas de aparentar
lo que no cree ni uno mismo.
Classman