Desnúdare ante ti alma, mientras mis ojos derraman lágrimas por nuestro fracaso, bueno, por mi fracaso...
Por qué fracase al intentar retener lo que ya se había perdido, un sueño totalmente imposible, inalcanzable e incomprensible.
Siento, que mi corazón late de una forma extraña, intenta escapar, no quiere sufrir más pero mi alma lo ata a ti, a la huella que dejaron tus manos y tus palabras, a la cicatriz que causa el relato tan triste que fue tenerte a, esa crueldad con la que me miraste esa última vez.
¿Pero sabes que es lo más extraño?
Que hasta este momento lo único que aún me mantiene viva es el recuerdo que aunque duele no puedo soltar, siento que renazco entre las cenizas que dejaste y siempre intento volver a ti.
Pues se que morir ahora ya ni si quiera es posible, por qué no hay nada que mate más que tú ausencia, ni hay cosa más cruel que tus palabras y tus manos frías, que la indiferencia de tu cuerpo.
Ahora solo espero del cielo la lluvia, por qué mis ojos no puedieron llorar más y se que el cielo llorara compadecido por mi aflicción.
Pues ante mis ruegos tu repuesta fue el silencio.
Mantener la esperanza no es fácil y hoy lo entiendo y poco a poquito, la voy perdiendo...