Llueve constante en el huerto,
Las flores quieren brotar
En el desierto, atrevidas...
En que se encuentra mi vida.
Por más que intento curar
Los dolores de la herida
No puedo encontrar razón,
Ni ánimo que lo decida.
Avanzan los días despacio,
Las horas parecen días,
Estoy cual torpe borracho
Que no encuentra la salida.
Debo encontrar el balance
Que enderece mi sentir,
Así no puedo vivir,
Sin ilusión por delante...
Me quedan dos bellos hijos
Y siete nietos en premio,
También el grato misterio
De tener grandes amigos.
Rezo por los que se han ido.
Cada noche los recuerdo.
Aunque no sé porqué vivo:
Es algo que no comprendo.
No sé el porqué y el para qué
Me quiere Dios en su viña,
Cada día lo pregunto,
Y no contesta...¡aunque riña!
Debe haber algún motivo:
¡Quizá no estoy preparado
Para volar al olvido!
¡ Me siento desesperado!
Oh Dios, ¡qué grande castigo!