No sé cómo y cuándo, pero te has metido dentro.
Que intento quitarte y te me enquistas en mis sentimientos.
Como dos amantes que quieren dejarse y no pueden hacerlo,
sufro angustia a solas, sin que muchos sepan lo que estoy sintiendo.
Rendida a tus pies, busque formas de ir evadiendo.
Formas que me ataron perdiendo el control de todo mi cuerpo.
Me siento chiquita, cuando tú apareces a quitar mi aliento.
El solo galope de este corazón, paraliza y tiemblo.
No importa que digan los que te conocen,
si al cerrar la puerta, tú y yo sabemos,
que es nuestra la batalla, y es en silencio.
Si no hay testigos que aun estando cerca, puedan entenderlo,
porque somos uno. Nada es comparable, en distintos cuerpos.
Y al pasar la noche, la nueva mañana te trae de nuevo.
Basta abrir los ojos, para darme cuenta que aun te tengo.
Esta lucha interna de querer dejarte y no poder hacerlo,
lastima mi ego, y el enojo hace que sigas creciendo.
Seguiré intentando, abrazada al sueño de dejarte lejos.
Y al grito imperioso… « No cortes mi vuelo»
Porque a ti es a quien le hablo…
Mi temido MIEDO.
Lau.
*Imagen sacada de internet