Ese niño que naufragó y lo pagó su inocencia.
Que su corazón rebosaba de alegría y buena intención,
bailaba alrededor de la mesa del salón,
que creía el tiempo pasaba más rápido por excelencia,
pues su Navidad era lo mejor.En esas aguas de leyenda
el monstruo al que no conocía,pronto se le presentó:
y su barco demasiado veloz (parece ser) se le hundió,
asi que,su inocencia,el monstruo se lo merienda.
Que triste sueño y que poco dura y se disfruta,
que lo infantil presto muere y llega el adulterio
sin quererlo ni beberlo,y se hace un hombre maduro.
Naufragio que es la vida ésta y náusea de cicuta
que la vida no es dura y sí el Hombre es puro misterio
el no querer reconocer que es niño náufrago oscuro.