Pasajero de las sombras, navegue entre tinieblas
Levantado sobre mares agitados por tempestades lacerantes
Envuelto en la negritud de la noche
Alce mi voz al viento, suplicante
Escuché los ecos ciegos, errantes,
Vacíos de voces y consuelos,
Que injuriaban los oídos, con silencios del cielo
En los oscuros rincones que instituían el alma
Caminos de extravío desde la inocencia a la adultez
Entre oscuridades y frío, en la desolación y el gemido
Tantas veces lastimado, tantas veces redimido
Asumiendo las verdades entre realidades paganas
A lo lejos alguien canta, canto tenue de esperanza
Doce acordes consonantes, de armonías y despertares
Doce arpegios, y un lenguaje en infinidad de voces
Cantos nuevos optimistas para vidas abrumadas
Se ha extendido mi figura con las alas desplegadas
Alcanzando las alturas que me brindan mis pisadas
Ya no doblan las campanas, como requiems o funerales
Me han salvado tres legados, simplemente abrazados