Fuiste el presente, el futuro y el pasado,
la eternidad sellada en cada beso,
el cordón umbilical hacia la vida,
la luz en las tinieblas del recuerdo.
Fuiste zozobra, tornado, marejada,
fuiste bonanza, aurora y aquelarre,
sueño inmortal, insomnio, pesadilla,
carta de amor, espera inacabable.
Fuiste camino, sendero, encrucijada,
noches en vela, amaneceres negros,
gospel y blues sonando en mis oídos,
rosa de fuego sangrando entre mis labios.
Pero tu amor fue perdiendo cobertura,
siempre ocupado, sin línea o apagado
y mis mensajes se hundían en las simas
de tu buzón inactivo y saturado.
Hoy no eres más que un vacío en mis contactos,
la llamada perdida en mi memoria,
un mensaje basura en mi correo,
un avatar en el “Facebook” de mi historia.