“Donde hay educación no hay distinción de clases”.
Confucio
El hombre que se muestra con respeto
lleva a gala el civismo y su cultura,
magisterio que cala con hondura
en los modos de aquel que ya es discreto.
No revelo con esto ni un secreto,
que aquel que persevera y que perdura
en la grosera y clasista impostura
es un completo zafio analfabeto.
Es cuestión de gentil comportamiento,
el trato a cada cual con cortesía,
con tacto y rigurosa corrección.
No basta con tener conocimiento,
mil estudios y gran sabiduría,
la clase cierta está en la educación.