Un cigarro y mentolados,
más el agua, y chocolate,
todo a gusto, y relajados.
Placer sexual, que trae cansancio;
la misma mierda aún demasiado,
aquí en la Tierra hijos bastardos
de algún viento (detrás los astros)
en su naufragio...
Por no esperar lanzarse abajo,
caer muy hondo en donde más
abierto el mar algo te llame
(para qué soñarlo):
el mundo está siempre girando
en torno a uno
que es buen pedazo
-no entiende nada-
de carne vasta.
La misma cosa
que ya ha pasado
ahora tanto más me abruma,
que pase un alma
hacia adelante
retando al gran silencio
que habita dentro
de este mi cráneo
que atosigado
también lo ha sido
por mil obstáculos...