Postes alumbrando la habitación, cortinas de seda y un morapio encarnado
Es un hotel peculiar y aun con un paso adentro, es volver al pasado
De cuerpos bajo las mismas sábanas, yacidos, acotejados
Y en él, a mí solo se me ha concedido una sola noche.
Una sola noche, para fundir oro y cerrarla con broche
Para atrapar desde una ventana lo que no puedo desde un coche
Y la Luna que abandoné en la pradera no me reproche
Pues me reúso a andar el mundo, para encontrar el suyo u otro, amorío.
En la ciudad donde quema el amor es una ironía, que lo que quema es el frio
Bajo las esbeltas lencerías de cama igual se puede sentir un escalofrío
Debe ser mi castigo por veleidosa, un resfrío que huele a rocío
Y el vino rojo manchando el tapiz, una umbría para mi yermo.
Que mala suerte, vengo por su calor y en lugar me recibe el invierno
El pavimento vestido de nevada me hala de vuelta a este mundo post moderno
Al llegar fue Paradiso, la habitación de hotel es Purgatorio y sin la Luna, es Inferno
Se me ha acabado el tiempo, es una sola noche y las avenidas se han vuelto calladas.
Las cortinas y sábanas, al igual que la nieve, han caído sobre mí en toneladas
Mi Diana se ha perdido, tengo permitido el vino y la vista de Paris hasta quedar embriagada
Viaje la mitad del mundo y aun, no fue el momento ni la ciudad indicada
No queda más que catar a llantos el resto de la noche y buscar en la próxima, hasta dejar de ser abandonada.