Por qué no mañana, el aire fresco
cubrirá mi cara
y en remolino caprichoso
elevará del suelo
hojas y polvo
como una gentil compañera
en danza feliz
a mi paso.
Por qué no mañana
al desayunar
tus ojos
y los míos
se crucen
como suelo y nubes
en tarde de estío
abrazandonos en el mirar.
Por qué no mañana
al tocar tu cuerpo
sienta el temblar
de todos los besos
de los suspiros perdidos
de la vida pasada
y esa falta de palabras
de respiración entrecortada.
Por que no mañana
en el abrazo
en el beso
en tu mirada
sueltas de tu boca
ese, te amo
que tienes tan callado.