Entre las dos orejas largas de mi burro
montado en su cabeza,
va un sombrero de paja,
raído por el sol y concomido
por las ratas,
y en sus patas dos alpargatas delante,
y dos más detrás.
de nombre Victorino
le he puesto a mi burro,
con apellidos que no voy a nombrar,
y lo he bautizado
con agua fresca del rocío
que esta mañana he encontrado
a la mitad del camino.
arre, arre Victorino gritaba yo a mi burro
y erre que erre, mi borrico allí parado
y mira si es burro mi burro
que aún queriéndole yo llamar
por su nombre Victorino,
a mi me ha hecho recular
y antes de acabar la faena,
que hoy tenía que hacer
lo he vuelto a rebautizar,
y como castigo a mi burro,
Burro por nombre lo he vuelto a llamar.