Los analfabetos más sabios
aquellos que comen tierra y escriben novelas
de nivel extraordinario,
se casaron con tres hormigas bisexuales
que cocinaban cadáveres recién salidos del horno
esas hormigas visitaban a sus hermanos
los halcones, que se masturbaban cada
15 de noviembre
y festejaban adoctrinamientos flácidos
por vías políticas alternas
al Tratado de Imbéciles,
ese tratado consistía en arrastrarse
por una mujer, llorar por una mujer, morir por una mujer
en lugar de esperar que sola venga y se ofrezca