En el Generalife, suena el agua
clara como tú, limpia, virginal,
fulgor armónico de tus encantos
pasa la luz por entre tu armonía.
Luces y sombras arrebatan
tu lobulada figura, sutil, bella,
la melena al viento malvada, revolotea,
pensamientos envuelven tu contorno.
Un pétalo de rosa roja, cae,
lánguidamente sobre tu melena
posándose con delicadeza, acariciando,
envolviéndote en un reflejo improvisado.
Realzan tu belleza, jardines, arquerías,
laberintos, cipreses y alargan tu silueta;
sueñan, las fuentes de agua clara, los jazmines,
las rosas, nenúfares, lirios, claveles…
Mi amor por ti, llenaría la Alhambra,
provoca inundación de armonías afrodisiacas
sensación de levitación libidinosa,
deseo de eternizar, en tu fugaz amor.