Tú, que buscas en el ansia, en el perfume, en todo el entorno, la alborada.
Tú, que consigues en una sola noche, aferrarme a tu seno.
Me divides, me invades, me desciendes, me muerdes, me consumas.
Conoces el lado de mi estado tormentoso
mi trance en angustia, el hombre que te sigue
los celos que manan, furiosos ocasionalmente.
Desperdigas en dulce aroma
mi descanso, mi marcha
cada tarde donde conozco otro poco de ti:
donde dibujo ya totalmente tu faz
Cada día trazo y extiendo el horizonte de mi tiempo donde quiero verte,
quédate una noche más, te digo aurora
solo de condena de no encontrarte,
Guíame, incluso más allá del poniente.