Ansío la paz que se respira si nos unimos a Dios.
Intuyo la cura de mi mal y he de liar mi alma en ello.
Rezo como socorro para lograr la suerte en el adiós.
No sufro, porque mi sentir se tornó algo muy bello.
Al lanzar mis dulces deseos al aire he violado la ley.
Amorosa y fiel he sido de los que han dicho mi nombre.
Al varón de mis sueños lo he convertí do en un Rey.
Vana fui, al creer que se podía moldear al hombre.
Triste deambulo buscando respuestas a mis errores.
Hoy pregunto si se puede amar más allá del amor.
Yo sé que cada amante, lleva a cuestas sus dolores.
Los míos los asumo y los siento más allá del furor.
Quisiera verlo pero, el afecto no lo cambia el azar.
Hoy le quiero mucho más, son las trampas del amor.
No se puede negar el sentir si en los ojos hay dolor.
Lloro de pena y ríe mi alma, pero mi boca quiere besar.
¡Si el amado, se resiste, no existe más consuelo
que sacar las alas y elevarse para vivir el duelo!
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Nota: Imagen del pintor surrealista Tomasz Alen Kopera