Alejandro Diaz Quero

MI QUERIDA TIERRA.

 

En el cielo oscuro se divisan

negros y grises nubarrones,

como presagiando  lluvia

que caerá a borbotones.

 

Se siente una brisa fría

de cambio brusco del clima

y las montañas se cubren

de neblina hasta la cima.

 

El invierno no ha llegado

es un capricho pasajero,

de las nubes que se antojan

de enviarnos un aguacero.

 

No tenemos estaciones

porque el clima es tropical,

llueve unos seis meses

el resto es sequía total.

 

Así es es donde he nacido

una ciudad muy especial,

llamada Villa de Cura

como no hay otra igual.

 

Cuando  las lluvias han pasado

todo queda verde y florido,

es como una primavera

que nunca hemos tenido.

 

En la sequía o el verano

los arboles pierden el follaje,

simulando un otoño

cuando cambian su ropaje.

 

El termómetro se infla

y casi  se ha reventado,

cuando la temperatura

llega hasta los cuarenta grados.

 

El frío solo en diciembre

cuando la brisa es muy fría,

como mi tierra es caliente

el frío nos trae alegría.

 

Lo mejor de mi terruño

lo tengo yo muy presente,

es la atención que le da

al visitante su gente.

 

Entre lluvia y sequía

el año abre y se cierra

y así transcurre el tiempo

allá en mi querida tierra.

                                                                    

                                                          Autor: Alejandro Díaz Quero                                                                 

 Villa de Cura,29/03/2021.