Señor apiádate de mi
quítame ya la vida
para siempre ya perdí
mi amiga, la más querida
que es vivir sino sufrir
todas las horas en vano
sabiendo que en mi existir
su amor siempre está lejano
aunque siempre hay esperanza
que algún día, el cruel destino
mientras que el reloj avanza
ha que cambie ella su tino
perdí lo que más amaba
su sonrisa, su hermosura
la que a mi tristeza daba
sus palabras con ternura
jamás podre recuperar
la amistad que siempre ansié
siempre lo he de lamentar
fue mi culpa, yo lo se
quizás fue mucha insistencia
no la deje respirar
se le agoto la paciencia
la hice desesperar
o tal vez algo en su vida
sucedió, que cambio todo,
que la dejo convencida,
no lo veo de otro modo
cualquiera fuere el motivo
ahora ya no interesa
sin su amistad solo vivo
en silencio y en tristeza