Quién pudiera ser su dueño,
si, si, me refiero a usted,
porque es usted con quien sueño,
señora, perdóneme,
es una forma de hablar,
a ese “dueño” me refiero,
renuncio a la propiedad,
yo el usufructo prefiero.
Sería además iluso,
puede ser que su destino
forjar sola se propuso,
se maneja con buen tino
y no necesita un dueño.
Quizá tenga por pareja
la típica que en su empeño
de dominarla no ceja,
o con ser su dueño sueña
quizá alguien que la corteja
y usted, su auténtica dueña,
no se lo pone en bandeja.
No es una idea atractiva
tenerla a usted como esclava,
cual Scherezade cautiva,
contando un cuento hasta el alba.
Su impresionante belleza
su siempre noble apariencia,
-tal es \'Scherezade\' en persa-
y su imponente presencia
me hacen morir de la sed
de amarla y por eso sueño
poder disfrutar de usted,
sin tener que ser su dueño.
‘All I have to do is dream’
cantan los Everly Brothers,
soñando puedo, sin fin,
disfrutar de sus favores
y en mis sueños puedo hacer
cuanto mi mente exaltada
sueña vivir con usted,
sin tener que pedir nada,
pero sería halagüeño
ver en su linda mirada,
algún signo, aunque pequeño,
de estar en mí interesada,
no digo ya enamorada,
que eso ya sería el colmo,
ni en mis sueños de almohada
pido yo peras al olmo.
Nada le pido, señora,
no soy ningún pedigüeño,
aun si lo parezco ahora,
lo mío es tan solo un sueño.
© Xabier Abando, 09/04/2021