Te digo adiós ahora,
en esta madrugada,
mientras doy un salto
de endeble vanidad
e intento ahogar en ella
las penas de la almohada
que asoman al oído
cuando ya no estás.
Gastada está la cuenta
de metas no alcanzadas,
de sueños en olvido
con miedo de luchar.
Un corazón que roto
espera la estocada,
difícilmente vuelva
un día a palpitar.
Te digo adiós eterno
en esta madrugada
y un par de alas rotas
nos quedan pa\' volar.
Te digo adiós ahora,
por si en la mañana,
cansada de adioses
te vuelvo a extrañar.