En el desierto con sed,
en su vuelo sin alas,
en la vida sin destino
y siempre dando el alma.
Bajo la piel todo el sol,
la noche en la mirada,
tejiendo ya sin hilo
la tela del mañana.
En el pecho un corazón,
que late y busca gracia,
en amores sin nombre
para regar la esperanza.