Almohade

LA FE DE TU DOLOR

 

Amainó el viento tendido en tus canas

ni un desliz, ni un amago de dolor

tu cara fresca del rocio seguia intacta

cual adolescente ansioso de vida.

La calma vive en tí,

ni las arrugas disimulan el celo cohibido del

pájaro,

al verte pasar con garbo

entre la arboleda frondosa,de copas

olorosas

servidas en armonica bondad.

No cabe la duda de tu existencialidad

acrecentada en este albor vaporoso

tu paso emana la esencia primorosa del

viejo recuerdo,bañado por nenufares

y olores de rosas sin espinas.

Tan solo la cruz del Nazareno se resiente

bajo el sol y el hastiado paso cansino de las

lagartijas.

Recuerda que yo estuve allí.