Jesús Oscar Ugalde

Te quiero

Te quiero en cada aposento y frente a frente, a tu enemigo de costumbre
viendo el duelo cara a cara.

Te quiero en cada merma misma,en la caída y en el dolor, al escalar desde un valle roto.

Te quiero en la aventura,
en el vacío interpretado de dios muerto.

Te quiero en la sombra del olvido,
en la paz y en la guerra,
extendido a más no poder,
en el enunciado largo,
ese que se deslumbra al silencio encendido de una tarde,
y al pasar de los minutos,
al sol pintor de los cielos,
caer a dormir,
en pasto de los acariciados terciopelos,
naturaleza despegada de la imaginación,
rota y quebrantada,
y el calor de mis geiséres carnales,
mis segundos inyectando eufores de tormenta,
será un cuerpo entero,
vivo.

Te quiero en cada mortecino día,
en la madrugada repetida,
siempre azul marino.

Te quiero como cuando una rosa roja miró tus ojos encantados.

Te quiero como un soneto concatenado que inicia en vehemencias.