Eramos una pareja de enamorados, dos almas que respiraban amor desde por la mañana cuando nos saludabamos con un beso hasta que caia la noche y con un adios te deseaba dulces sueños y que soñaras conmigo o con las dunas de mi desierto.
Eramos dos amantes envueltos en un huracan de pasion y de sentimientos, que nos dejaba todo el dia con ganas de amarnos, de besarnos en el banco de un parque o a escondidas de la gente detras de un arbol de cerezo.
Eramos dos seres poseidos por el amor, por el deseo de saciar nuestras ganas de conocer nuestros cuerpos, de tocarnos, llenos de hormonas por dentro, que nos hacia sentirnos mas grandes, mas fuertes con cada caricia, con cada beso.
Eramos el uno para el otro, cuando en la noche nos poniamos a ver la luna blanca y las estrellas que se veian a lo lejos, mientras te decia que eras la mujer de mis sueños, la mas bella, la que siempre anhele en mis dias de descanso y de meditacion al lado de aquel espejo.
Estando todo el dia viajando entre palabras de amor, miradas furtivas y momentos felices, que nos hicieron vivir, que le dieron fuerza a nuestras almas para seguir amando, para seguir queriendo.
Hasta hoy, que con el paso del tiempo, nuestro amor se hizo mas grande, inmenso, y se mantuvo en nuestra mente, como un conjunto de deseos, donde ambos nos amamos a pesar de que alguna vez estemos separados y no pueda sentir el calor de tu cuerpo.