BALA
PRELUDIO V
El otro día te dispararon;
una bala que vuela,
como si los -9,8 de gravedad
no fueran con ella.
Y tú acojonado,
por verla dirigirse tan rápido
buscaste algo, ¡lo que sea!
para que no te diera ni en los órganos
o las venas.
A la izquierda un escudo de hierro,
y a la derecha yo susurrando un te quiero.
Optaste por el escudo de hierro,
al menos, en algún multiverso,
porque en este
me usaste a mí para pararla
y ahora tengo una cicatriz en la espalda.