Le quito al corazón
alguna espina,
le aplico con cuidado
aquel ungüento,
lo saco a pasear
colina arriba,
parece que le veo
más contento.
Paciente,
ensimismado o algo lento,
al ritmo
de algún cuenco tibetano
sonríe
sin tener aún muy claro
cuanta energía esconde
o su talento.
Talento
para ver la vida en verde;
observa sin juzgar,
se deja ir,
sabiendo
cuanto gana cuando pierde,
sintiéndose contento
por latir.
12 de abril de 2021
Solasdelval
(CC BY-NC-ND 4.0)
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